Cuando muere la mascota

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Ayer celebramos el cumple de Emma y le regalaron un pececillo que nos duro menos de una tarde. Qué podemos hacer cuando la mascota de nuestro hijo pasa a mejor vida, ¿Cómo hablarles sobre la muerte? ¿Cómo ayudarles a superar la pérdida?. Yo me preocupé un montón. Con lo sensible que es lo iva a pasar fatal. Cierto que lo tenía desde hacia poco, pero era una situación nueva y no sabía cómo se lo iba a tomar. Esta es otra historia de preocupación materna, esperamos que no reaccionen como tememos, pero tememos que su reacción sea todo lo contrario ¿Os parece una incongruencia? lo es, pero la maternidad a veces tiene estas cosas.

Nunca me han gustado los peces, son demasiado complicados, pero a Emma le encantan, qué le voy a hacer. Te voy a contar algo muy común en famillias con peques y mascotas, lo que nos ha pasado es de lo mas normal y mi reacción también. Aprovecho para orientarte un poco por si te ves en esta situación algún día. Hoy te hablo de algo que tiene mucho que ver con emociones y cómo ayudar a los niños a sobrellevarlas. En este otro artículo hablamos de ellas con mas profundidad. 

"Ayer celebrábamos el cumple de Emma y le trajeron una pecera redonda con un goldfish dentro. El goldfish es precioso, muy bonito pero...anoche se quedo muy quieto y así sigue ahora. Creo que está muerto, tieso del todo. Intenté mover la pecera suavemente para ver si flotaba patas arriba pero me dio miedo que lo hiciera y que no pudiera negar lo evidente antes de reponerlo y hasta las 10 no abren el veterinario de abajo de casa. Debería haber ido ayer, en cuanto abrimos los regalos y vimos al pez, pero a devolverlo 😅.
Nos lo trajo en una pecera redonda y por lo visto es mejor cambiarlos a una cuadrada porque las redondas no tienen filtro para agua, lo empaquetó en un papel metalizado a las 3 de la tarde, porque después no tendría tiempo, y a las 7 (cuando me enteré de que era un pez lo del paquete redondo) lo abrimos un poco por arriba por si no tenía aire suficiente...
Pero dio igual, hoy por la mañana sigue tan quieto como anoche, y la veterinaria, para dar el cambiazo, no abre hasta las 10h y como se levante pronto mis "buenos días cariño, tu pez está frito" probablemente la dejen huella de por vida.
Ella ayer se acostó tarde, muy tarde. Sabe que voy a ir a por agua que no nos queda nada, y mamá sin café (aunque sea soluble) no vive (fíjate, como el pez!!! probaré a ponerle café...)
Quizá tenga suerte y me de tiempo a volver con pez nuevo y todo....
Pobrecita mía, primera mascota que tiene y le dura horas, que no se despierte pronto, que cuele que el bicho duerme con los ojos abiertos como lechuza y que no me llore por su pez muerto, con lo sentida que es ella.
Que pena de pez, salir de la veterinaria para morir así...vete tu a saber porque está tieso, he estado mirando en Internet y por lo visto el agua del grifo con cloro, y otras cosas desinfectantes, no es buena para ellos. Sus propias heces descompuestas le perjudican y mucho (a mi también, debo tener algo de pez), comer demasiado y no saber parar de comer es una combinación letal (a mi también me duele la tripa si lo hago), los movimientos bruscos tampoco les resultan agradables (como a nosotros)...La verdad es que la única diferencia que veo entre el pececillo y el hombre es que lo que a nosotros nos da dolores a ellos los mata.
Supongo que el agua en la que venia era agua adecuada, y que el cambio de una pecera grande a la pequeña se hiciera bien, esas son cosas importantes y no se quién ni cómo se hicieron.
Otro problema que estoy pensando ahora es que la veterinaria de abajo no tenga peces como este, o que sencillamente no venda peces.
Creo que si montara un "Pez expres" me forraría. A muchos papas les ha pasado algo así, que el pez del niño se muera es algo muy común, todos los papas queremos evitar les el disgusto y pagaríamos por pedir un pez a domicilio a la hora que fuera y del tipo que fuera.

Fuera de bromas, me da la impresión de que voy a tener que darla la mala noticia, a la peque de la casa, si la veterinaria no puede cambiarme al pobre animal...y me está resultando algo espantoso. No quiero darla un disgusto..."

Ahora ya tienes el contexto, este pez ha sido el primer contacto que Emma ha tenido con la muerte. Bueno, en realidad el primero no, ese fue justo antes de nacer cuando el cordón umbilical le rodeó el cuello y entró en parada cárdiaca unos segundos. Esta sería la primera vez siendo consciente de ello.  

Cómo hablar de la muerte con los niños

Bueno, un día después del pez tieso como la mojama puedo deciros que a veces nos preocupamos por tonterías...
Los padres nunca estamos contentos con nada, nos preocupamos porque tenemos que darles un disgusto y no queremos y cuando resulta que el disgusto no lo fue nos preocupamos porque es poco emotivo.
Veréis, yo no quería tener que decirla que su pececito estaba muerto, me daba lástima del pez que solo duró unas horas fuera de la tienda (y aun no se porqué) pero mas lástima me daba tener que verla llorar y llorar como una Magdalena sin saber qué decirla.
La veterinaria de abajo de casa era solo veterinaria, no vendía bichos y menos peces.
Así que no pude cambiar el muerto por el vivo y santas pascuas... Pero pensándolo bien, fue mejor así. Entre ayer y hoy me he planteado mucho lo de cómo tratar el tema de la muerte, y otras cosas que no nos gustan tanto de la vida, con los niños. Y he decidido que ocultarlas no es la mejor manera. Te cuento la conclusión a la que he llegado por si tu estás en una situación parecida.

Cómo dar la noticia

La verdad es que, pensándolo bien, no me parece buena idea esconder las cosas "incómodas" que tiene vivir. A los niños hay que darles a conocer las dos caras de la vida, tanto la parte buena como la parte mala.
Hay una discusión al respecto con los cuentos tradicionales (Andersen, Grimm, Perrault, Dickens...), los originales son tan crueles a veces que, al reeditarlos, se cambian un poco.
¿Habéis leído el de las zapatillas rojas? el original acaba con que la niña, al no poder dejar de bailar para sentarse y quitárselos, es tomada por loca y expulsada del pueblo. Acaba encontrando al verdugo en el bosque que, apiadandose de ella, la ayuda a quitarse los zapatos cortándola los pies. La niña vive así, en muletas, hasta que un ángel se la lleva al cielo después de que ella se arrepienta, de corazón, de su vanidad. Muere joven y sufre mutilación.
¡¡¡Qué niño no está deseando oír un final tan aleccionador!!!
Pues, aunque ni tanto ni tan calvo, hay que permitirles conocer la verdad. Ellos son capaces de encajarlo mejor de lo que creemos, probablemente lloren, y no poco, pero con amor y calma irán aceptando la pena y llegaran a superarlo.
Ser padres es prepararles para el futuro y ayudar/enseñar a aceptar el dolor entra en esta tarea. Lo mejor es comunicárselo con claridad y siendo directos, sin enredarse en florituras poéticas.

Lo gracioso es que, a veces, no es lo que nosotros esperábamos, la reacción con llantos desconsolados, si no que mas bien encontramos indiferencia o comprensión.

Eso le paso a Emma ayer, al decirla que su pececito había muerto, con claridad y simpleza, ella reaccionó demasiado bien para mi gusto:

-"Vale, ¿desayunamos con la tele?"- Pensé que no lo había entendido y lo repetí y ella dijo lo mismo,

-"si ya te he oído la primera vez...¿desayunamos con la tele?"- y volví a repetírselo pensando que no lo había asimilado y obtuve un...

-"mamá, te repites como las judías, jajaja..."- se levantó y fue a desayunar con la tele.

-"quiero verlo"- dijo al llegar a la sala, la llevé a la cocina y le hecho una ojeada

-"pobre pez, tendría poca comida o el agua mala" dijo sentenciando mis dudas, lo había entendido perfectamente pero yo no podía creer que ni se hubiera entristecido lo mas mínimo. La pena va por dentro y cada uno la sobrelleva como puede pero eso me pareció preocupante...y ahí está la mamá preocupándose por lo contrario que se había preocupado antes.
Al principio me preocupé por si lloraba pero al no darla pena ninguna me preocupé porque no había llorado...¿incongruencias del ser humano o solo de las mamás?

La mejor manera de hacer frente como padres a la muerte de un ser querido es contarles lo que ha pasado sin miedo, con claridad y de modo sencillo lo antes posible. No intentar ocultarlo. Lo van a saber tarde o temprano y siempre sentiran no haber podido despedirse por culpa nuestra. No haber sido conscientes de su marcha, y no haber asimilado esta con el proceso del duelo, deja una huella de desconfianza hacia nosotros, sus padres. Así que ocultarlo no es una opción. Debemos plantearnos si lo que queremos es evitar el sufrimiento al niño o a nosotros mismos, porque no somos capaces de soportar el sufrimiento del pequeño.

Ademas tenemos que ser francos con nosotros mismos, es posible que a nosotros nos afecte mucho, pero como adultos no tenemos que esconder nuestro dolor a los niños. Estar triste es parte de la vida, es una emoción mas y no pasa nada si nos ocurre. Podemos estar tristes, haya o no una razón, a veces estamos tristes porque si. Es aceptable, es natural y no pasa nada, tenemos derecho a estar tristes.

Cómo hablarles de la muerte

Lo primero es ser claros y directos, nada de poesia romantica. Es decir, no le diremos "se ha ido" "nos ha dejado" "Pasó a mejor vida" esas cosas no las entienden como nosotros si son pequeños. Vamos que entenderá que se ha ido, en el caso del pez, que saltó de la pecera y se fue a la calle. No son capaces de ver los segundos sentidos, la alegoria, ni las metáforas, eso lo logran cuando son mas mayores.

Está claro que los niños tendrán mas sufrimiento cuanto mas trato hayan tenido con el difunto, obvio, el roce hace el cariño. Acompaña su duelo, este tiene varias fases y no hay atajos. Cada niño es diferente (en edad y caracter), así que, lo de llevarlo al tanatorio a ver el cuerpo no es obligatorio, depende de cada uno. Su presencia no aporta nada en ese lugar, y sí va a aumentar el sufrimiento del menor innecesariamente. Por lo que no hace falta que vaya. Lo que sí es necesario es que el menor se despida si era alguien cercano, pero no tiene porque ser de cuerpo presente. Una carta o una visita al cementerio es una mejor opción.

Por otro lado, entenderán lo que es la muerte según su edad.
La muerte tiene 4 características principales que los niños deben entender para saber exactamente lo que ha ocurrido, y esta comprensión no se tiene desde el nacimiento, los mas pequeños no tendrán claro algunos conceptos a no ser que les hablemos de ellos.
Las 4 características de la muerte son:
  • No se puede cambiar, es irreversible.
  • Con ella se detiene todo, lo que el difunto tuviera a medio hacer se quedará sin acabar, a no ser que otro lo termine.
  • A todos nos va a tocar y no se puede evitar
  • Tiene unas causas, no pasa porque si.
Por eso hay que buscar el modo para que lo entiendan completamente, y después acompañar el duelo.
Cuando a mi hija le hablé de la muerte de su pez acababa de cumplir 5 años, apenas conocia al pez, lo tuvo solo unas horas, y el pez no es como un perro o un gato... así que le dio un poco igual.
Quizá porque tampoco entendiera estas 4 cosas o quizás porque a mi me vio tranquila, porque a mi si que me daba igual el pez.
Y es que el modo en que se lo digamos influye en como se lo va a tomar. Esta claro que si ha tenido mas relación con el difunto lo van a sufrir se lo digas como se lo digas, pero al menos, si tu estás tranquila se lo tomará algo mejor. Si para ti es algo natural y lo aceptas, ellos asociarán esas emociones a la muerte: Paz, tranquilidad, reposo.
Llorará por la pérdida pero no por algo incomprensible, algo que siente como doloroso e injusto. En ese caso, llorar sana.

Otra cosa importante es conservar la rutina en la medida de lo posible, o volver a ella pronto. La normalidad ayuda a superar, a no detenerse en esa pérdida.

Para poder hablar y tratar las características de la muerte con niños hay varios libros. Te dejo el enlace a la selección de libros que han hecho en sapos y princesas. Espero que te sirva de ayuda para tratar algo tan delicado.

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